Historia

Los Adams eran la clase de familia que cualquiera esperaría en Nashville. Católicos, sumamente creyentes y comprometidos con su iglesia. Dalton se recibió como arquitecto, y se casó con Mary a los veinticuatro años. Después vinieron los hijos: Jacob, Ada, Anne, Salem y Lucille.Salem nació un 01 de mayo como una de las hijas menores de un matrimonio que para entonces estaba bien consolidado. Su infancia no fue distinta a la que su madre tuvo, bajo la enseñanza cristiana y el fanatismo de lo que significaba no dedicarse a nada más que la iglesia y su familia. Mary estaba obsesionada con pregonar la palabra del Señor y que sus hijos fueran fieles reproducciones de lo que la biblia sugería; no había lugar para nada que no estuviese concebido en las escrituras, y todo lo que la mente cuadrada de los Adams no pudiese concebir entonces era un pecado.El primer atisbo de realidad lo tuvo Salem a los doce años, cuando su madre la obligó a rezar de rodillas en el suelo ardiendo —en pleno verano— después de que Thomas O’Donnell le regalara una rosa y le invitara a los videojuegos. Esa cita jamás se dio.Antes de eso habían pequeñas señales: encierros en armarios para rezar, ayunos larguísimos para adorar a Dios, y una serie de cosas que les alejaban de ser una familia normal. Pero era lo que Salem normalizaba, porque era lo que conocía. Dalton y Mary querían ser imágenes que el resto de sus familiares pudiesen copiar, querían ser ejemplo para la comunidad, pero en medio de su obsesión por la “perfección” y la gracia del Señor se convirtieron en personas intolerantes y cerradas.Salem se fue de casa a los 17, tras una paliza que le puso su madre cuando se enteró que había perdido la virginidad. Se fue a vivir con su abuela.¿Cómo llegó a la universidad? Salem siempre había sido buena estudiante, y modestia aparte era excelente estudiante. Consiguió una beca que cubría toda la matricula, más no sus gastos. Así que desde que se fue de casa alterna sus estudios con un trabajo a tiempo parcial en una floristería, pese a no necesitarlo realmente.

PERSONALIDAD

Dulce, se podría decir. Salem es una persona con una gran sensibilidad emocional y empatía, razón por la que conectar con las personas le resulta sencillo. Es amigable casi todo el tiempo, y genuinamente se interesa por los demás. No es de confrontar con gritos o actos extremos, pero sí sabe decir “no” cuando algo choca con sus valores: tiene caracter. Sabe imponer su criterio y no se deja llevar con facilidad pese a que rara vez se niegue a un plan -no cede ante presiones sociales pues todo cuanto hace lo hace porque así lo ha querido-.Dedicada, detallista y perfeccionista en todos los aspectos de su vida. Salem tiene un rasgo de "cuidadora" que la hace preocuparse por las personas que le rodean con pequeños o grandes gestos: una cena caliente, algún souvenir después de un viaje, un detalle pequeño o quizá grande.Detesta la injusticia y la crueldad, sobre todo hacia quienes no pueden defenderse (animales, niños, personas vulnerables). No duda en alzar la voz cuando ve abuso, aunque lo haga con calma y argumentos. Rara vez pierde los papeles, en parte porque su actitud "dócil" y "dulce" hace que se sienta extraña levantando la voz demasiado. Salem es de conciliaciones, conversaciones, y acuerdos. No le gustan las confrontaciones: ni verbales, ni físicas.

DATOS EXTRA

1. Los animales son su pasión y lo han sido siempre. Crecer en una granja en Nashville le dio la posibilidad de criar animales desde pequeña.
2. Es asmática. Los médicos dijeron que tenía "asma nerviosa", pero pese a haberse mudado de la casa de sus padres ella aún sigue experimentando episodios de asma. Siempre lleva consigo su inhalador.
3. Le gusta la música y los festivales. Especialmente el country.
4. Es vaquera. Le encanta cuidar de los caballos y montar por horas; sin embargo, ya no tiene caballos propios.
5. Es voluntaria en una fundación de rescate animal.
6. Su sueño es abrir su propia clínica veterinaria y tener un santuario para caballos (es su animal favorito).

Antecedentes Familiares

Si algo se ha jactado de ser el verdadero protagonista de la historia de los Roux eso es Dominion Diamond Corporation, una corporación que los ha hecho accionistas mayoritarios de dos de las más grandes minas de diamantes: Ekati y Diavik, ubicadas en Canadá, de donde es 'originaria' la familia.Franceses que llegaron a Montreal hace no menos de un siglo, los Roux-Leclerc se asentaron allí y varios años después se iniciaron en la orfebrería. Para cuando Mary nació, Dominion era una reconocida marca mundial, pero no habían diamantes en su panorama.Eran una familia de joyeros franceses que operaban el sector durante tres generaciones; que Augustus marchara a Estados Unidos (New York) sólo fue una forma de extender más sus dominios.Augustus era el abuelo materno de Salem. Un hombre entrañable, de voz suave y modales exquisitos, que sabía más de piedras preciosas que cualquier libro de geología. Fue él quien heredó Dominion Diamond Corporation, y con ella, no sólo las minas Ekati y Diavik, sino también el peso simbólico de una familia construida sobre la riqueza que se oculta bajo tierra.Aunque nunca fue ostentoso, Augustus tenía una presencia magnética. Prefería el whisky en vasos opacos, los relojes discretos, y los trajes que no llamaban la atención más allá de su corte perfecto. Nunca hablaba de números delante de los niños, pero Salem recordaba haberlo oído decir, una vez, que cada diamante traía consigo no sólo luz, sino también sombra.Con él, los Roux-Leclerc dejaron de ser simplemente joyeros: se convirtieron en una dinastía. Mary era su hija menor, la más allegada, y también la más frágil.Pero la muerte de Augustus no fue lenta ni digna. Fue absurda, repentina y violenta: un accidente aéreo en medio de una inspección a campo abierto en la región del Yukón. El jet privado en el que viajaba se estrelló contra la ladera de una montaña nevada, y cuando lo encontraron, el cuerpo apenas era reconocible. La noticia sacudió a la familia como una detonación interna, pero fue Mary quien no volvió a ser la misma. Algo en ella se quebró.Evelyn, su madre, intentó contenerla. Organizaba cenas, rodeaba la casa de flores, le hablaba de negocios para distraerla. Pero Mary no quería flores, ni diamantes, ni sociedad. Quería respuestas. Y en su obsesión por entender lo inexplicable, encontró la religión.Evelyn jamás aprobó que lo hiciera. Decía que la fe era algo íntimo, no un refugio para los rotos. Que los Roux-Leclerc no se arrodillaban, dirigían. Pero Mary no quería dirigir nada. Quería creer. Quería entender por qué Dios le había quitado al único ser humano que parecía mirarla sin juzgar. Se volvió devota, casi obsesiva. Cambió los trajes por vestidos largos, los diamantes por rosarios, y el silencio por la misa diaria.Entonces conoció a Dalton. Y allí empezó la historia de los Adams-Roux.

¿Quién es Evelyn Roux?

Evelyn es el tipo de mujer que siempre huele a gardenias blancas y nunca levanta la voz. Una dama elegante, cortante, culta, cuya autoridad no se impone, se respira. Habla poco, observa mucho. Cree en la belleza, el orden, y en la fuerza de un apellido bien pronunciado. Su educación fue estricta y su sentido del deber, inquebrantable.¿Su talón de Aquiles? Su familia. Tuvo tres hijos, aunque a Mary ya no la cuenta como una. Intentó acercarse cuando Salem nació pero, tras haber nombrado a la pequeña en honor a las brujas de Salem (una burla hacia la religión de los Adams), fue apartada de la vida de sus nietos. De nuevo.Salem volvió a ella cuando se quedó sin casa a los 17 años. Desde entonces, Evelyn es su figura materna y su ejemplo a seguir.